La pederastia entre el clero. Una mirada retrospectiva
Monseñor Abelardo Alvarado Alcántara, obispo auxiliar emérito de la arquidiócesis de México
MÉXICO, sábado, 1 de mayo de 2010 (ZENIT.org).- Publicamos un análisis escrito por monseñor Abelardo Alvarado Alcántara, obispo auxiliar emérito de la arquidiócesis de México, sobre "La pederastia entre el clero. Una mirada retrospectiva. Antecedentes y situación actual".
1). Las denuncias:
Los primeros casos denunciados en los medios se presentaron por primera vez en Estados Unidos e Irlanda. Un amplio informe en Irlanda, difundido en los medios, pronto motivó a antiguas víctimas a denunciar a sus victimarios y cuyo abuso se había presentado desde años tan tempranos como 1940.
Las denuncias aumentaron de manera inmediata y hubo una amplia difusión en los medios de comunicación social (declaraciones de las víctimas, cómo fueron abusados y posteriormente silenciados por medio de presiones morales, psicológicas e incluso con chantajes y amenazas; el silencio que guardaron por años algunos jerarcas de
a) Primeras respuestas de
En 1962, el Cardenal Alfredo Ottaviani, secretario de
En 1983, el Vaticano promulgó una revisión al Código de Derecho Canónico. A partir de aquí, el canon 1395, 2 nombra explícitamente el sexo con menores por parte de los sacerdotes como un crimen canónico. En 2001 se promulgó una revisión del documento, acorde con el Código de Derecho Canónico de 1983 y el Código de Cánones para las Iglesias Orientales de 1990.
En abril de 2001,
b). De qué se acusa a la jerarquía de
De encubrimiento, omisión, complicidad, impunidad, negligencia y lentitud en tomar medidas eficaces para castigar y prevenir esos delitos.
Los escándalos en los cuales se vieron implicados miembros de
c). Mal manejo del problema.
Se tomaron medidas equivocadas por los Obispos (política de encubrimiento; silencio e impunidad; no dar crédito a las denuncias, sólo llamados de atención en privado; pretender comprar el silencio de las víctimas y someter a las víctimas a presiones psicológicas y morales, chantajes y amenazas; enviar a los acusados a centros de rehabilitación, a tratamientos y evaluaciones psicoterapéuticas o traslado de parroquia y cambio de diócesis o de país -"cura geográfica" le han llamado).
En muchos otros casos, tanto incriminados como sus superiores, ofrecieron e incluso pagaron sumas de dinero extrajudiciales con el fin de evitar que el escándalo saliera a la luz pública. Obispos y Superiores veían los casos de abuso como un asunto médico y disciplinario del sacerdote, y estaban más preocupados por mantener el tema en secreto con el objeto de evitar el escándalo y cuidar la imagen tanto de
d). Normas del Derecho Canónico y penas que se establecen en él.
El Código de Derecho Canónico, base del derecho eclesiástico, contempla penas para los delitos que tienen que ver con el abuso sexual. Según el canon 1395, el clérigo que cometa un delito sexual con un menor de edad, sea este por medio de violencia o amenazas, debe ser castigado con penas justas que pueden incluir la expulsión del estado clerical.
e). Delito y pecado
Para los creyentes cristianos, en el campo moral, en el interior de la propia conciencia, se trata de un grave pecado, una ofensa a Dios y a la persona agraviada, y queda a la responsabilidad personal el reconocer la propia culpa, pedir perdón y reparar el daño causado.
Para todos, creyentes o no creyentes, se trata de un grave delito penado por la ley civil, que tiene que ser juzgado en un tribunal de justicia.
f), Consecuencias que tuvieron las denuncias y la cobertura internacional de los medios.
El escándalo social ha causado una profunda crisis en
g). Debate sobre las causas y razones del escándalo; el rol de los medios y la manipulación de la información.
El escándalo sobrevino cuando los casos de pederastia entre el clero salieron a la luz pública. El fuerte impacto que estas noticias tuvieron en la opinión pública se debió a que se trata de personas consagradas, cuya vida está dedicada a acercar a los hombres a Dios y trasmitirles el mensaje de Jesucristo y los valores del evangelio. Esto dio lugar a una fuerte reacción en contra de
Las denuncias fueron apareciendo por oleadas y se fueron acumulando al grado de que
El tema de la pederastia entre el clero tiene, por otra parte, ingredientes suficientes para las notas sensacionalistas, como es el tema de la sexualidad y
Al momento presente las aguas no se han calmado, pero empieza a haber un análisis del fenómeno más ponderado y sensato.
Por otra parte, no es justo querer trasladar una responsabilidad individual y convertirla en una culpa colectiva de toda
h). Los ataques al Papa y su defensa por
Reacción de la jerarquía de
Justificaciones y disculpas:
Se han querido encontrar las razones de los problemas de abusos sexuales a menores en
+ el porcentaje de sacerdotes pederastas es mínimo y los casos de abusos sexuales a menores no es privativo de
+ se ha alegado también que la mayoría de los casos denunciados no han sido delitos de pederastia propiamente dicha, sino más bien actos homosexuales, ya que se trata de actos entre sacerdotes y jóvenes varones adolescentes, muchas veces con la anuencia de estos mismos, fenómeno que en todo el mundo se ha dado a través de la historia (efebomanía).
+ simplemente afirmando que los casos denunciados sucedieron hace ya mucho tiempo, treinta, cuarenta o más años atrás.
+ se menciona también que la causa de estos abusos es la cultura permisiva sobre el sexo, el ambiente erotizado que priva en la sociedad, y el que ha faltado una mayor educación sexual en la familia y en las escuelas sin reducirla a una mera información genital que a veces lleva a in libertinaje sexual (en el caso de México).
+ hay una muy clara actitud en algunos sectores anticatólicos de atacar a
+ Aunque estas razones sean en parte verdaderas, evidentemente ninguna de ellas libra de culpabilidad a
La reacción de los Obispos y del Papa Benedicto XVI:
+ Benedicto XVI repetidamente se ha disculpado por la vergüenza de los abusos sexuales de menores en varias ocasiones y ante audiencias de todo el mundo; no ha desconocido la gravedad de los delitos y ha dado la cara para afrontar el problema. Esto no había sucedido nunca antes. Se ha declarado profundamente apenado y avergonzado por estos actos, ha pedido perdón a nombre de
+ se ha destacado esta voluntad del Papa Benedicto XVI de extirpar esa lacra de
+ ha dado normas a las Conferencias Episcopales sobre esta materia, siendo la más reciente
+ él no sólo se ha referido al tema de la pederastia en
Los Obispos también se han expresado en sus respectivas diócesis, reconociendo la gravedad y culpabilidad de estos delitos cometidos por algunos miembros del clero. Una de las declaraciones más significativas es la del Cardenal Norberto Rivera Carrera quien el jueves santo (8 abril 2010) en su homilía en
"Advierto a ustedes mis sacerdotes, que si alguno comete estos abominables actos, ni un servidor ni
Después añadió "pido nuevamente a mis Obispos auxiliares para que hagan una revisión exhaustiva en sus respectivas vicarias con la finalidad de asegurarse que no haya casos de abusos sin resolver o reportar al tribunal eclesiástico cualquier ilegalidad".
Los fieles católicos de distintos países, por su parte, le han manifestado al Papa su apoyo y solidaridad, tanto en las audiencias públicas, como a través por internet, muestras de apoyo, adhesión y solidaridad ante las campañas insidiosas de ataques en su contra. (ver p.e. Hazteoir.org)
i). El rol de los medios
En principio podríamos pensar que los medios se han concretado a cumplir su tarea de informar sobre los acontecimientos. Ahí están las denuncias, los juicios en los tribunales, las sentencias condenatorias, los nombres de los culpables. Sin embargo, analizando más detenidamente el fenómeno mediático nos podemos dar cuenta de que muchas de las notas informativas simplemente repetían lo dicho por otros, sin preocuparse de investigar la veracidad de sus fuentes y la comprobación de los hechos. Es obvio también que algunas informaciones han sido distorsionadas, y no son objetivas ni por tanto veraces. El interés de los medios en general está centrado en la culpabilidad de
Existen detrás intereses anticatólicos y en muchos casos las notas informativas resultaron ser calumniosas, evidenciando una manipulación de la información con intención de desprestigiar a
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