martes, mayo 22, 2007

Reflexión de monseñor Fernando María Bargalló sobre la Vida digan

Una vida digna supone mucho más que sobrevivir
 
Reflexión de monseñor Fernando María Bargalló,
 obispo de Merlo-Moreno y presidente de la Comisión episcopal de Cáritas, en el boletín mensual "Huellas de Esperanza",
 organismo de difusión de Cáritas (mayo de 2007)
 
Quiero aprovechar esta oportunidad de encuentro para saludar de manera especial en este mes a los trabajadores y trabajadoras de nuestro país. Particularmente, deseo expresar mi solidaridad con aquellos hombres y mujeres de nuestros barrios que, aún padeciendo situaciones de pobreza y exclusión, se esfuerzan día a día en la búsqueda de oportunidades que les posibiliten el acceso a una vida digna. Muchos de ellos, son jóvenes y adultos que, a pesar de sus saberes, oficios y ganas de salir adelante, a menudo les queda, únicamente, la ardua y fortuita posibilidad de encontrar una changa, obtener un trabajo temporario o acceder a un plan social o a un subsidio.
Esta realidad me lleva a pensar que en algunos sectores de nuestra sociedad aún nos falta tomar conciencia sobre lo que significa la dignidad de las personas. A veces, pareciera que con tener esa "changuita" o un plan asistencial, y alimentarse en un comedor comunitario alcanza para dejar de ser excluido o excluida. Pero sabemos que la posibilidad real de desarrollo de estos hermanos y hermanas nuestras sigue siendo lejana. Creo que nos falta mucho por andar, y mirando hacia adelante, siento que es deber y derecho de cada uno el asumir una práctica responsable de nuestra ciudadanía, para que el proyecto de erradicar la pobreza y posibilitar la vida digna y el crecimiento de todos, no sea solamente un buen propósito sino un camino posible, verdadero y sustentable.
Por otra parte, pienso también en el momento histórico que atravesamos como país, y me preocupa cómo esta realidad de pobreza y falta de oportunidades convive junto al mejoramiento de los índices macroeconómicos. Veo que la brecha entre quienes tienen en abundancia y quienes carecen de lo necesario sigue siendo muy grande, y me pregunto cómo se están distribuyendo las riquezas en el país.
Es por eso, amigos y amigas, que los invito en este mes de mayo, tiempo de historia y compromiso en el que también celebramos el surgimiento de nuestra Nación, a aprovechar la posibilidad que la democracia sabiamente nos ofrece para reflexionar juntos sobre la marcha de nuestras acciones y preguntarnos nuevamente qué sociedad queremos ser.
Desde Cáritas, y como Iglesia, asumimos esta tarea, creyendo en la ayuda de Dios, en el compromiso perseverante de todos y de cada uno y, de manera especial, en el protagonismo de los mismos pobres en los espacios de participación y decisión, ya que el ejercicio de la ciudadanía es también un sinónimo de inclusión social.
Para finalizar, quiero junto con ustedes, pedirle al Padre que en este tiempo en el que celebramos la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano que tiene lugar en Aparecida, Brasil, nos ilumine con su Espíritu, para que como Iglesia que camina en América, nos sintamos llamados a ser signo del Amor preferencial de Dios por los pobres en la vida de nuestras comunidades.
 
Mons. Fernando María Bargalló, obispo de Merlo-Moreno y presidente de la Comisión Episcopal de Cáritas


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