jueves, diciembre 21, 2006

Carta Saludo de Navidad

Carta Saludo de Navidad Querido Niño Jesús: Te encontramos en una pesebrera de Belén; mal oliente y helada… mientras caminamos por las céntricas calles de nuestra ciudad, con hermosas luminarias, agradables ambientes y calefaccionadas salas de ventas. Van a tu encuentro unos pobres galileos que pastorean ovejas y cabras, pero informados que tu nacías lo dejaron todo a un lado… sí todo, quehaceres y cansancio. Ellos sí practicaron algo que muchos decimos “Para mí Dios es lo más importante” Mientras nosotros estamos tan ocupados, sí muy ocupados por nuestros trabajos, y cuando llegamos a Casa tenemos que descansar, entretenernos, ver las novelas. En definitiva, no tenemos tiempo para verte en las Misas… estamos muy ocupados… y no tenemos tiempo y muchas veces nos resultan aburridas… Ah! Y menos te vamos a ver en carne y hueso en los rostros de tus predilectos: los más pobres… sí a veces caminan sucios y con ropa vieja… llegan hasta dar miedo. Van a tu encuentro unos Hombres de oriente. Que lejos!! Han perseverado varios meses tras una estrella. Dejaron todo en su tierra: familia, comodidades, trabajo, etc.. y hasta sus riquezas: oro, incienso y mirra. Me llaman la atención… yo te puedo seguir una hora cuándo mucho… pero tanto tiempo y con la inseguridad de seguir una estrella. Yo soy creyente… pero no fanático. Y por qué ellos sí sabían tan poco sobre tu Padre Dios..? además, más sabía nosotros sobre él. ¿acaso seguirte no es cosa de conocimientos? Te acompañan vacas, ovejas y otros animales ¿pero sí ellos son inferiores a nosotros? ¡por qué Jesús tener animales, para qué darle importancia a la naturaleza? Te pareces un poco a aquellos que reclaman por el Medio ambiente y los glaciares? ¿para que tanta preocupación del agua? Total igual nos tenemos que morir? ¡para que cuidar la naturaleza? Hay que disfrutarla ahora. Te dieron a luz en una pesebrera ¿Por qué? Ah!! Pero ese día la posada estaba ocupada… Habían unos elegantes señores de otros lugares que traían mucho dólares, mucho dinero. Además, ellos habían prometido mucho trabajo y bienestar para la zona. Claro bienestar económico. Tenemos que comer y trabajar. Y ¿tú que nos traías? Según lo que hemos escuchado traías una Buena Noticia algo sí como “ conviértanse y crean” ó tal vez que “sus pecados le son perdonados”. Pero de qué nos vamos a convertir sí nos ha ido bien en la vida, tenemos casa, bien amoblada y con modernos equipos. Y estamos juntando para un nuevo auto. Querido Jesús al releer esta carta parece que tú tienes razón. Sí debo cambiar algo porque a pesar de que estoy equipando más mi casa y me visto mejor… algo anda mal. Ya no tenemos tiempo para compartir, andamos mal genio, estresados. Ya no conversamos tanto con la pareja, ni menos con los niños. Y debería estar tranquilo porque tengo muchas tarjetas de crédito, pero tengo muchas deudas. Debiera estar contento pero algo nos falta más humanidad parece. Sí, eso es lo que más deseo para este año que viene. Jesús, niño de Belén, regalame el don de mirarme por dentro y hacia fuera. De deslumbrarme cómo estás naciendo nuevamente hoy en medio de tantos que sufren. Señor, te pido que me ayudes a mirar la vida como los pastores y los homb

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Wow - you really feel strongly about this subject don't you? Take it easy - no need to get all wound up...

Anónimo dijo...

Gracias P. Mauricio, por ayudarnos a reflexionar en estos días tan importantes para el mundo Cristiano; generalmente el comercio nos aturde con sus ofertas y lo fundamental se pierde de vista, sabiendo que lo único que cuenta es Jesús que nace para todos en el humilde portal y nos trae un mensaje de amor, de solidaridad, paz y salvación. Él es el que ilumina todas las realidades humanas, haciéndonos más personas, seres más integrales, que caminamos con la cabeza erguida , sabiendo que Dios ha visitado a su pueblo y se ha quedado con nosotros. Feliz, navidad y que la luz de Belén ilumine todo el nuevo año, de manera que halla más encuentros y que el Espíritu de Cristo de expanda por todos lados, es decir, en el corazón de los hombres y se establezca en ellos.