sábado, noviembre 17, 2012

EL MAL ALIENTO

El mal aliento, estraido de la BBC
 
Seguramente la mayoría de las personas ha debido enfrentar una conversación con alguien que sufre de mal aliento, debiendo recurrir a trucos para evitar a toda costa un diálogo frente a frente, y propiciando que éste se desarrolle a la mayor distancia posible.
Y quienes están conscientes de su problema también recurren a técnicas como hablar siempre de perfil o ponerse una mano en la boca en una actitud reflexiva que sin embargo busca sólo el efecto "mascarilla".
Pero lo cierto es que la halitosis no se trata de un problema incurable con el que se deba cargar de por vida. De hecho el 90 por ciento de los casos es por causa bucal, y muchas veces un tratamiento dental y mejores hábitos de aseo podrían ser la solución.
La boca es una de las zonas del cuerpo donde hay más bacterias, las cuales descomponen los residuos de alimentos generando mal aliento.
El  29% de las mujeres considera que la halitosis es el principal inhibidor físico de su deseo sexual, según una encuesta presentada por la Federación Española de Sociedades de Sexología. Este antecedente revela el impacto que el mal aliento puede tener en la vida diaria, pues es un problema que se puede sentir al ingresar a un vagón del Metro, reduce la intimidad en las parejas, provoca aislamiento de las personas y disminuye la autoestima.
La cadaverina y putrescina son los elocuentes nombres de los compuestos volátiles sulfurados que producen las bacterias durante la descomposición de restos de alimentos en la boca, y son los responsables del mal aliento.
Investigaciones clínicas han mostrado que el 90% de las halitosis se originan en la boca. Entre las otras causas están problemas gastrointestinales y renales, diabetes e infecciones de las vías respiratorias altas.
La doctora Rocío González del centro odontológico Vitta Oral (www.vittaoral.cl) destaca que la boca es una de las zonas del cuerpo donde hay más bacterias. Saltarse el cepillado dental después de cada comida y la falta de hábito de usar hilo dental para eliminar los restos de alimentos entre dientes, favorecen la acción de estas bacterias. También restos alimenticios atrapados en la lengua son una fuente odorífera, por lo que es importante limpiar la lengua.
Amanecer con halitosis es habitual, pues la saliva cumple la función de mantener el equilibrio bacteriano en la boca. Sin embargo, durante la noche su producción disminuye, proliferando las bacterias que descomponen los residuos de alimentos, lo que provoca una halitosis temporal.
También se ha comprobado que ciertos fármacos, como ansiolíticos y antidepresivos pueden disminuir el flujo salival, provocando mal aliento. "En este caso se recomienda consumir abundante agua, sin azúcar, que cumple la función de humectar la boca para favorecer el equilibrio bacteriano", aconseja la especialista.
Las caries, sobre todo las de mayor profundidad, que retienen alimento, pueden generar halitosis.
Otras causas de halitosis temporal son no comer, comer alimentos muy condimentados, deshidratación, consumo de tabaco y alcohol.

Incómodo mal aliento permanente

No obstante, la mayor parte de las ocasiones la halitosis se debe a un problema crónico: la periodontitis. "Sobre un 80% de la población chilena presenta algún tipo de enfermedad periodontal", advierte el doctor Gabriel Cerda, periodoncista de Vitta Oral.
La gingivitis se produce debido a la mala higiene oral, lo que provoca la proliferación bacteriana e inflamación de encías. A veces provoca mal aliento debido a la descomposición de alimentos acumulados en el surco gingival, es decir, el espacio entre encía y diente.
La gingivitis puede avanzar a periodontitis, donde la inflamación de las encías provoca su desprendimiento de los dientes, generándose un espacio que es colonizado por restos de alimentos y bacterias que provocan mal aliento.
El tratamiento consiste en una limpieza profunda con ultrasonido e instrumental específico. En caso de periodontitis, se efectúa el pulido de la raíz del diente. Muchas veces se apoya el tratamiento con enjuagues bucales específicos y uso de antibióticos.
En el caso de periodontitis las bacterias tienden a colonizar los sitios afectados anteriormente, por lo que el periodoncista indicará la frecuencia de los controles.