miércoles, noviembre 26, 2008

LOs 80, una oportunidad de evengelizar la familia... para comentar, a propósito de la sagrada Familia


La evangelización implícita de 'Los 80'

Dos sacerdotes salesianos son parte de los personajes de la exitosa serie 'Los 80' de canal 13. Uno de ellos representa al educador entusiasta, capaz de vibrar con sus alumnos en un partido de futbol, y el otro, al formador severo que no da concesiones en cuanto a lo moralmente correcto, pero también representa a la persona que sensibiliza a los niños con respecto al sufrimiento de los más desposeídos.

'Los 80' no sólo han sido exitosos en rating, liderando el horario prime de la televisión abierta los días domingo a las 22 horas, sino que también por su alineamiento con la estrategia de calidad y entretención, y la propuesta implícita de evangelización a través de los valores cristianos que ha venido impulsando con fuerza la Directora Ejecutiva de Canal 13, Mercedes Ducci, en toda la programación de la estación católica.

Rodrigo Cuevas, jefe de guionistas de 'Los 80' cuenta en esta entrevista, que desde que se comenzó a desarrollar la serie "siempre tuvimos como objetivo crear una familia que fuera lo más representativa posible. Queríamos que el espectador pudiera identificarse con los Herrera, sentirse representados, quererlos. No sólo como una familia de la década del 80', sino con valores y motivaciones comunes incluso a los chilenos de hoy".

Parte de esa identificación con la gente fue justamente la incorporación, en la trama y en los personajes, de la importante labor educativa de la Iglesia Católica a través de dos sacerdotes ejemplares: el Padre Renato (Max Corvalán), el profesor de Félix, el hijo Menor de los Herrera; y el Padre educador (Víctor Rojas), profesor de Martín, hijo del medio de los Herrera.

Rodrigo Cuevas, jefe de guionistas 'Los 80'

- ¿Por qué se decidió incorporar a estos sacerdotes profesores en la serie?
-Si hay algo que es común a todo padre de las últimas décadas es la preocupación por la educación de sus hijos. Los padres de clase media a quienes -como dijo Juan Herrera en un capítulo "nadie les regala nada"- saben que la educación será probablemente lo único de valor que podrán heredarles a sus hijos. Es por esto que nos pareció que los Herrera, con una educación pública que en esos años estaba en franco deterioro, habrían hecho un esfuerzo por tener a sus hijos en el mejor colegio posible. Y nos pareció que un colegio Salesiano reunía estas condiciones y resultaría muy representativo de esa época. Fue también, al menos en lo personal, una manera de rendirle un homenaje al Cardenal Raúl Silva Henríquez.

- ¿Qué modelo representa el sacerdote que interpreta al profesor de Félix, el menor de la familia?
- Con el Padre Renato, el profesor de Félix, quisimos mostrar la impronta salesiana y construir a un hombre de fuerte personalidad, apasionado, en quien uno adivina una profunda vocación por la enseñanza. A ratos puede ser severo y cascarrabias, pero es porque realmente le importa lo que hace, porque de verdad se la juega por la educación de sus alumnos.

- ¿Qué escenas construidas con estos sacerdotes te han impactado más, y por qué?
-Me han gustado particularmente aquellas en que el padre Renato muestra su lado humano, como en el capítulo uno, cuando se comporta como un hincha más, apoyando a la selección o picándose porque su curso no ha podido ganar el campeonato de fútbol del colegio. Creo que estas escenas, además de divertidas, son importantes porque nos muestran a los sacerdotes de una manera realista y cercana, como los hombres de carne y hueso que son.

Respecto a la escena de Martín y su profesor, cuando está a punto de reprobar y repetir de curso, creo que lo importante ahí es como el padre, que ha estado muy en su rol de educador durante todo el capítulo, muy severo, finalmente es capaz de valorar el gran esfuerzo que ha hecho Martín. Obviamente, el profesor sabe lo que para Martín y su padre que está cesante significaría quedar repitiendo. Sería probablemente el fin de los sueños del muchacho. Es por esto que lo ayuda, no sin antes darle el susto de su vida, para asegurarse de que haya aprendido la lección.

Para Alberto Gesswein, productor ejecutivo de Bicentenario Canal13, "Estos dos sacerdotes de la serie representan a una gran mayoría de jóvenes chilenos de la época que fueron criados y educados en colegios católicos". Agrega que los valores cristianos se pueden apreciar nítidamente en todos los personajes "pues trabajamos todos los roles desde el cariño. Incluso 'los malos' de la serie son personas humanas, que se equivocan. La familia es muy creyente, de hecho, la mamá de los Herrera es devota san Sebastián de Yumbel. En general mostramos el valor de una familia íntegra, que más que predicar su moral, la muestra con hechos y ejemplos" puntualiza.

Boris Quercia, Director de la serie sostiene que "'Los 80' es un producto realizado con mucho más cuidado en cuanto al guión, la actuación y la puesta en escena de lo que generalmente podemos ver en televisión y vuelve su mirada hacia el interior de una familia que está tratada de forma realista y no con la exageración con la que se acostumbra. Los actores han logrado crear personajes de carne y hueso, que no son perfectos, que no tienen una vida fácil, pero que siempre, hasta en las peores circunstancias, prima entre ellos la esperanza y el afecto".

Apreciando los buenos resultados audiencia de esta y otras series como 'TV o No TV', Mercedes Ducci, Directora Ejecutiva de Canal 13, sostiene que calidad y audiencia son compatibles. "Hay un elemento que el rating no mide, pero que la audiencia percibe y respeta: la convicción y el compromiso con que se hacen las cosas. La calidad requiere independencia, pluralismo, interlocución con los poderes. Calidad no significa una televisión más seria, más grave, más erudita. Pensar a priori que eso significa perder rating es un mito que hemos derribado con series como: Héroes, Los 80's, TV o no TV, que reúnen calidad, trascendencia y una buena respuesta del público".

'Los 80' ha sido una apuesta de Canal 13 por el espectador que, como dice Rodrigo Cuevas, "genera el volver a creer que la gente común y corriente quiere reconocerse en la televisión, quiere sentir que sus anónimas vidas, sus esperanzas, sus sueños y esfuerzos cotidianos son valorados y reconocidos", porque, por paradójico que resulte, lo más extraordinario de los Herrera es que son como cualquiera de nosotros y, al final, lo más sencillo es lo más relevante.

Fuente: Canal 13 UCTV







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Los 80


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La evangelización implícita de 'Los 80'

Dos sacerdotes salesianos son parte de los personajes de la exitosa serie 'Los 80' de canal 13. Uno de ellos representa al educador entusiasta, capaz de vibrar con sus alumnos en un partido de futbol, y el otro, al formador severo que no da concesiones en cuanto a lo moralmente correcto, pero también representa a la persona que sensibiliza a los niños con respecto al sufrimiento de los más desposeídos.

'Los 80' no sólo han sido exitosos en rating, liderando el horario prime de la televisión abierta los días domingo a las 22 horas, sino que también por su alineamiento con la estrategia de calidad y entretención, y la propuesta implícita de evangelización a través de los valores cristianos que ha venido impulsando con fuerza la Directora Ejecutiva de Canal 13, Mercedes Ducci, en toda la programación de la estación católica.

Rodrigo Cuevas, jefe de guionistas de 'Los 80' cuenta en esta entrevista, que desde que se comenzó a desarrollar la serie "siempre tuvimos como objetivo crear una familia que fuera lo más representativa posible. Queríamos que el espectador pudiera identificarse con los Herrera, sentirse representados, quererlos. No sólo como una familia de la década del 80', sino con valores y motivaciones comunes incluso a los chilenos de hoy".

Parte de esa identificación con la gente fue justamente la incorporación, en la trama y en los personajes, de la importante labor educativa de la Iglesia Católica a través de dos sacerdotes ejemplares: el Padre Renato (Max Corvalán), el profesor de Félix, el hijo Menor de los Herrera; y el Padre educador (Víctor Rojas), profesor de Martín, hijo del medio de los Herrera.

Rodrigo Cuevas, jefe de guionistas 'Los 80'
- ¿Por qué se decidió incorporar a estos sacerdotes profesores en la serie?
-Si hay algo que es común a todo padre de las últimas décadas es la preocupación por la educación de sus hijos. Los padres de clase media a quienes -como dijo Juan Herrera en un capítulo "nadie les regala nada"- saben que la educación será probablemente lo único de valor que podrán heredarles a sus hijos. Es por esto que nos pareció que los Herrera, con una educación pública que en esos años estaba en franco deterioro, habrían hecho un esfuerzo por tener a sus hijos en el mejor colegio posible. Y nos pareció que un colegio Salesiano reunía estas condiciones y resultaría muy representativo de esa época. Fue también, al menos en lo personal, una manera de rendirle un homenaje al Cardenal Raúl Silva Henríquez.

- ¿Qué modelo representa el sacerdote que interpreta al profesor de Félix, el menor de la familia?
- Con el Padre Renato, el profesor de Félix, quisimos mostrar la impronta salesiana y construir a un hombre de fuerte personalidad, apasionado, en quien uno adivina una profunda vocación por la enseñanza. A ratos puede ser severo y cascarrabias, pero es porque realmente le importa lo que hace, porque de verdad se la juega por la educación de sus alumnos.

- ¿Qué escenas construidas con estos sacerdotes te han impactado más, y por qué?
-Me han gustado particularmente aquellas en que el padre Renato muestra su lado humano, como en el capítulo uno, cuando se comporta como un hincha más, apoyando a la selección o picándose porque su curso no ha podido ganar el campeonato de fútbol del colegio. Creo que estas escenas, además de divertidas, son importantes porque nos muestran a los sacerdotes de una manera realista y cercana, como los hombres de carne y hueso que son.

Respecto a la escena de Martín y su profesor, cuando está a punto de reprobar y repetir de curso, creo que lo importante ahí es como el padre, que ha estado muy en su rol de educador durante todo el capítulo, muy severo, finalmente es capaz de valorar el gran esfuerzo que ha hecho Martín. Obviamente, el profesor sabe lo que para Martín y su padre que está cesante significaría quedar repitiendo. Sería probablemente el fin de los sueños del muchacho. Es por esto que lo ayuda, no sin antes darle el susto de su vida, para asegurarse de que haya aprendido la lección.

Para Alberto Gesswein, productor ejecutivo de Bicentenario Canal13, "Estos dos sacerdotes de la serie representan a una gran mayoría de jóvenes chilenos de la época que fueron criados y educados en colegios católicos". Agrega que los valores cristianos se pueden apreciar nítidamente en todos los personajes "pues trabajamos todos los roles desde el cariño. Incluso 'los malos' de la serie son personas humanas, que se equivocan. La familia es muy creyente, de hecho, la mamá de los Herrera es devota san Sebastián de Yumbel. En general mostramos el valor de una familia íntegra, que más que predicar su moral, la muestra con hechos y ejemplos" puntualiza.

Boris Quercia, Director de la serie sostiene que "'Los 80' es un producto realizado con mucho más cuidado en cuanto al guión, la actuación y la puesta en escena de lo que generalmente podemos ver en televisión y vuelve su mirada hacia el interior de una familia que está tratada de forma realista y no con la exageración con la que se acostumbra. Los actores han logrado crear personajes de carne y hueso, que no son perfectos, que no tienen una vida fácil, pero que siempre, hasta en las peores circunstancias, prima entre ellos la esperanza y el afecto".

Apreciando los buenos resultados audiencia de esta y otras series como 'TV o No TV', Mercedes Ducci, Directora Ejecutiva de Canal 13, sostiene que calidad y audiencia son compatibles. "Hay un elemento que el rating no mide, pero que la audiencia percibe y respeta: la convicción y el compromiso con que se hacen las cosas. La calidad requiere independencia, pluralismo, interlocución con los poderes. Calidad no significa una televisión más seria, más grave, más erudita. Pensar a priori que eso significa perder rating es un mito que hemos derribado con series como: Héroes, Los 80's, TV o no TV, que reúnen calidad, trascendencia y una buena respuesta del público".

'Los 80' ha sido una apuesta de Canal 13 por el espectador que, como dice Rodrigo Cuevas, "genera el volver a creer que la gente común y corriente quiere reconocerse en la televisión, quiere sentir que sus anónimas vidas, sus esperanzas, sus sueños y esfuerzos cotidianos son valorados y reconocidos", porque, por paradójico que resulte, lo más extraordinario de los Herrera es que son como cualquiera de nosotros y, al final, lo más sencillo es lo más relevante.

Fuente: Canal 13 UCTV





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Dos sacerdotes salesianos son parte de los personajes de la exitosa serie 'Los 80' de canal 13. Uno de ellos representa al educador entusiasta, capaz de vibrar con sus alumnos en un partido de futbol, y el otro, al formador severo que no da concesiones en cuanto a lo moralmente correcto, pero también representa a la persona que sensibiliza a los niños con respecto al sufrimiento de los más desposeídos.

'Los 80' no sólo han sido exitosos en rating, liderando el horario prime de la televisión abierta los días domingo a las 22 horas, sino que también por su alineamiento con la estrategia de calidad y entretención, y la propuesta implícita de evangelización a través de los valores cristianos que ha venido impulsando con fuerza la Directora Ejecutiva de Canal 13, Mercedes Ducci, en toda la programación de la estación católica.

Rodrigo Cuevas, jefe de guionistas de 'Los 80' cuenta en esta entrevista, que desde que se comenzó a desarrollar la serie "siempre tuvimos como objetivo crear una familia que fuera lo más representativa posible. Queríamos que el espectador pudiera identificarse con los Herrera, sentirse representados, quererlos. No sólo como una familia de la década del 80', sino con valores y motivaciones comunes incluso a los chilenos de hoy".

Parte de esa identificación con la gente fue justamente la incorporación, en la trama y en los personajes, de la importante labor educativa de la Iglesia Católica a través de dos sacerdotes ejemplares: el Padre Renato (Max Corvalán), el profesor de Félix, el hijo Menor de los Herrera; y el Padre educador (Víctor Rojas), profesor de Martín, hijo del medio de los Herrera.

Rodrigo Cuevas, jefe de guionistas 'Los 80'
- ¿Por qué se decidió incorporar a estos sacerdotes profesores en la serie?
-Si hay algo que es común a todo padre de las últimas décadas es la preocupación por la educación de sus hijos. Los padres de clase media a quienes -como dijo Juan Herrera en un capítulo "nadie les regala nada"- saben que la educación será probablemente lo único de valor que podrán heredarles a sus hijos. Es por esto que nos pareció que los Herrera, con una educación pública que en esos años estaba en franco deterioro, habrían hecho un esfuerzo por tener a sus hijos en el mejor colegio posible. Y nos pareció que un colegio Salesiano reunía estas condiciones y resultaría muy representativo de esa época. Fue también, al menos en lo personal, una manera de rendirle un homenaje al Cardenal Raúl Silva Henríquez.

- ¿Qué modelo representa el sacerdote que interpreta al profesor de Félix, el menor de la familia?
- Con el Padre Renato, el profesor de Félix, quisimos mostrar la impronta salesiana y construir a un hombre de fuerte personalidad, apasionado, en quien uno adivina una profunda vocación por la enseñanza. A ratos puede ser severo y cascarrabias, pero es porque realmente le importa lo que hace, porque de verdad se la juega por la educación de sus alumnos.

- ¿Qué escenas construidas con estos sacerdotes te han impactado más, y por qué?
-Me han gustado particularmente aquellas en que el padre Renato muestra su lado humano, como en el capítulo uno, cuando se comporta como un hincha más, apoyando a la selección o picándose porque su curso no ha podido ganar el campeonato de fútbol del colegio. Creo que estas escenas, además de divertidas, son importantes porque nos muestran a los sacerdotes de una manera realista y cercana, como los hombres de carne y hueso que son.

Respecto a la escena de Martín y su profesor, cuando está a punto de reprobar y repetir de curso, creo que lo importante ahí es como el padre, que ha estado muy en su rol de educador durante todo el capítulo, muy severo, finalmente es capaz de valorar el gran esfuerzo que ha hecho Martín. Obviamente, el profesor sabe lo que para Martín y su padre que está cesante significaría quedar repitiendo. Sería probablemente el fin de los sueños del muchacho. Es por esto que lo ayuda, no sin antes darle el susto de su vida, para asegurarse de que haya aprendido la lección.

Para Alberto Gesswein, productor ejecutivo de Bicentenario Canal13, "Estos dos sacerdotes de la serie representan a una gran mayoría de jóvenes chilenos de la época que fueron criados y educados en colegios católicos". Agrega que los valores cristianos se pueden apreciar nítidamente en todos los personajes "pues trabajamos todos los roles desde el cariño. Incluso 'los malos' de la serie son personas humanas, que se equivocan. La familia es muy creyente, de hecho, la mamá de los Herrera es devota san Sebastián de Yumbel. En general mostramos el valor de una familia íntegra, que más que predicar su moral, la muestra con hechos y ejemplos" puntualiza.

Boris Quercia, Director de la serie sostiene que "'Los 80' es un producto realizado con mucho más cuidado en cuanto al guión, la actuación y la puesta en escena de lo que generalmente podemos ver en televisión y vuelve su mirada hacia el interior de una familia que está tratada de forma realista y no con la exageración con la que se acostumbra. Los actores han logrado crear personajes de carne y hueso, que no son perfectos, que no tienen una vida fácil, pero que siempre, hasta en las peores circunstancias, prima entre ellos la esperanza y el afecto".

Apreciando los buenos resultados audiencia de esta y otras series como 'TV o No TV', Mercedes Ducci, Directora Ejecutiva de Canal 13, sostiene que calidad y audiencia son compatibles. "Hay un elemento que el rating no mide, pero que la audiencia percibe y respeta: la convicción y el compromiso con que se hacen las cosas. La calidad requiere independencia, pluralismo, interlocución con los poderes. Calidad no significa una televisión más seria, más grave, más erudita. Pensar a priori que eso significa perder rating es un mito que hemos derribado con series como: Héroes, Los 80's, TV o no TV, que reúnen calidad, trascendencia y una buena respuesta del público".

'Los 80' ha sido una apuesta de Canal 13 por el espectador que, como dice Rodrigo Cuevas, "genera el volver a creer que la gente común y corriente quiere reconocerse en la televisión, quiere sentir que sus anónimas vidas, sus esperanzas, sus sueños y esfuerzos cotidianos son valorados y reconocidos", porque, por paradójico que resulte, lo más extraordinario de los Herrera es que son como cualquiera de nosotros y, al final, lo más sencillo es lo más relevante.

Fuente: Canal 13 UCTV





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miércoles, noviembre 12, 2008

Catequesis sobre la Parusía hoy, por BEnedicto XVI: Clarísima e incidente

 
 
 
Audiencia del miércoles

Benedicto XVI: la parusía, fuente de certeza y de valor para el cristiano
Intervención en la audiencia general

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 12 noviembre 2008. Ofrecemos a continuación el texto íntegro de la catequesis pronunciada este miércoles por el Papa Benedicto XVI con ocasión de la Audiencia General, celebrada esta mañana en la Plaza de San Pedro.

* * *

Queridos hermanos y hermanas.

el tema de la resurrección, sobre el que nos detuvimos la semana pasada, abre una nueva perspectiva, la de la espera de la vuelta del Señor, y por ello nos lleva a reflexionar sobre la relación entre el tiempo presente, tiempo de la Iglesia y del Reino de Cristo, y el futuro (éschaton) que nos espera, cuando Cristo entregará el Reino al Padre (cfr 1 Cor 15,24). Todo discurso cristiano sobre las realidades últimas, llamado escatología, parte siempre del acontecimiento de la resurrección: en este acontecimiento las realidades últimas ya han empezado y, en un cierto sentido, ya están presentes.

Probablemente en el año 52 san Pablo escribió la primera de sus cartas, la primera Carta a los Tesalonicenses, donde habla de esta vuelta de Jesús, llamada parusía, adviento, nueva y definitiva y manifiesta presencia (cfr 4,13-18). A los Tesalonicenses, que tienen sus dudas y problemas, el Apóstol escribe así: "si creemos que Jesús murió y que resucitó, de la misma manera Dios llevará consigo a quienes murieron en Jesús" (4,14). Y continua: "los que murieron en Cristo resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que vivamos, los que quedemos, seremos arrebatados en nubes, junto con ellos, al encuentro del Señor en los aires" (4,16-17). Pablo describe la parusía de Cristo con acentos muy vivos y con imágenes simbólicas, pero que transmiten un mensaje sencillo y profundo: al final estaremos siempre con el Señor. Este es, más allá de las imágenes, el mensaje esencial: nuestro futuro es "estar con el Señor"; en cuanto creyentes, en nuestra vida nosotros ya estamos con el Señor; nuestro futuro, la vida eterna, ya ha comenzado.

En la segunda Carta a los Tesalonicenses, Pablo cambia la perspectiva; habla de acontecimientos negativos, que deberán preceder al final y conclusivo. No hay que dejarse engañar -dice- como si el día del Señor fuese verdaderamente inminente, según un cálculo cronológico: "Por lo que respecta a la Venida de nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis alterar tan fácilmente en vuestros ánimos, ni os alarméis por alguna manifestación del Espíritu, por algunas palabras o por alguna carta presentada como nuestra, que os haga suponer que está inminente el Día del Señor. Que nadie os engañe de ninguna manera" (2,1-3). La continuación de este texto anuncia que antes de la llegada del Señor estará la apostasía y se revelará el no mejor identificado "hombre inicuo", el "hijo de la perdición" (2,3), que la tradición llamará después el Anticristo. Pero la intención de esta Carta de san Pablo es sobre todo práctica; escribe: "cuando estábamos entre vosotros os mandábamos esto: si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma. Porque nos hemos enterado de que hay entre vosotros algunos que viven desordenadamente, sin trabajar nada, pero metiéndose en todo. A esos les mandamos y les exhortamos en el Señor Jesucristo a que trabajen con sosiego para comer su propio pan" (3, 10-12). En otras palabras, la espera de la parusía de Jesús no dispensa del trabajo en este mundo, sino al contrario, crea responsabilidades ante el Juez divino sobre nuestro actuar en este mundo. Precisamente así crece nuestra responsabilidad de trabajar en y para este mundo. Veremos lo mismo el próximo domingo en el Evangelio de los talentos, donde el Señor nos dice que ha confiado talentos a todos y el Juez nos pedirá cuentas de ellos diciendo: ¿Habéis traído fruto? Por tanto la espera de su venida implica responsabilidad hacia este mundo.

La misma cosa y el mismo nexo entre parusía - vuelta del Juez-Salvador - y nuestro compromiso en la vida aparece en otro contexto y con aspectos nuevos en la Carta a los Filipenses. Pablo está en la cárcel y espera la sentencia, que puede ser de condena a muerte. En esta situación piensa en su futuro estar con el Señor, pero piensa también en la comunidad de Filipos, que necesita a su padre, Pablo, y escribe: "para mí la vida es Cristo, y la muerte, una ganancia. Pero si el vivir en la carne significa para mí trabajo fecundo, no sé qué escoger... Me siento apremiado por las dos partes: por una parte, deseo partir y estar con Cristo, lo cual, ciertamente, es con mucho lo mejor; mas por otra parte, quedarme en la carne es más necesario para vosotros. Y, persuadido de esto, sé que me quedaré y permaneceré con todos vosotros para progreso y gozo de vuestra fe, a fin de que tengáis por mi causa un nuevo motivo de orgullo en Cristo Jesús, cuando yo vuelva a estar entre vosotros" (1, 21-26).

Pablo no tiene miedo a la muerte, al contrario: esta indica de hecho el completo ser con Cristo. Pero Pablo participa también de los sentimientos de Cristo, el cual no ha vivido para sí mismo, sino para nosotros. Vivir para los demás se convierte en el programa de su vida y por ello muestra su perfecta disponibilidad a la voluntad de Dios, a lo que Dios decida. Está disponible sobre todo, también en el futuro, a vivir en la tierra para los demás, a vivir por Cristo, a vivir por su presencia viva y así para la renovación del mundo. Vemos que este ser suyo con Cristo crea a gran libertad interior: libertad ante la amenaza de la muerte, pero libertad también ante todas las tareas y los sufrimientos de la vida. Estaba sencillamente disponible para Dios y realmente libre.

Y pasamos ahora, tras haber examinado los diversos aspectos de la espera de la parusía de Cristo, a preguntarnos: ¿cuáles son las actitudes fundamentales del cristiano hacia las realidades últimas: la muerte, el fin del mundo? La primera actitud es la certeza de que Jesús ha resucitado, está con el Padre, y por eso está con nosotros, para siempre. Y nadie es más fuerte que Cristo, porque Él está con el Padre, está con nosotros. Por eso estamos seguros, liberados del miedo. Este era un efecto esencial de la predicación cristiana. El miedo a los espíritus, a los dioses, estaba difundido en todo el mundo antiguo. Y también hoy los misioneros, junto con tantos elementos buenos de las religiones naturales, encuentran el miedo a los espíritus, a los poderes nefastos que nos amenazan. Cristo vive, ha vencido a la muerte y ha vencido a todos estos poderes. Con esta certeza, con esta libertad, con esta alegría vivimos. Este es el primer aspecto de nuestro vivir hacia el futuro.

En segundo lugar, la certeza de que Cristo está conmigo. Y de que en Cristo el mundo futuro ya ha comenzado, esto da también certeza de la esperanza. El futuro no es una oscuridad en la que nadie se orienta. No es así. Sin Cristo, también hoy para el mundo el futuro está oscuro, hay miedo al futuro, mucho miedo al futuro. El cristiano sabe que la luz de Cristo es más fuerte y por eso vive en una esperanza que no es vaga, en una esperanza que da certeza y valor para afrontar el futuro.

Finalmente, la tercera actitud. El Juez que vuelve -es juez y salvador a la vez- nos ha dejado la tarea de vivir en este mundo según su modo de vivir. Nos ha entregado sus talentos. Por eso nuestra tercera actitud es: responsabilidad hacia el mundo, hacia los hermanos ante Cristo, y al mismo tiempo también certeza de su misericordia. Ambas cosas son importantes. No vivimos como si el bien y el mal fueran iguales, porque Dios solo puede ser misericordioso. Esto sería un engaño. En realidad, vivimos en una gran responsabilidad. Tenemos los talentos, tenemos que trabajar para que este mundo se abra a Cristo, sea renovado. Pero incluso trabajando y sabiendo en nuestra responsabilidad que Dios es el juez verdadero, estamos seguros también de que este juez es bueno, conocemos su rostro, el rostro de Cristo resucitado, de Cristo crucificado por nosotros. Por eso podemos estar seguros de su bondad y seguir adelante con gran valor.

Un dato ulterior de la enseñanza paulina sobre la escatología es el de la universalidad de la llamada a la fe, que reúne a judíos y gentiles, es decir, a los paganos, como signo y anticipación de la realidad futura, por lo que podemos decir que estamos sentados ya en el cielo con Jesucristo, pero para mostrar a los siglos futuros la riqueza de la gracia (cfr Ef 2,6s): el después se convierte en un antes para hacer evidente el estado de realización incipiente en que vivimos. Esto hace tolerables los sufrimientos del momento presente, que no son comparables a la gloria futura (cfr Rm 8,18). Se camina en la fe y no en la visión, y aunque fuese preferible exiliarse del cuerpo y habitar con el Señor, lo que cuenta en definitiva, morando en el cuerpo o saliendo de él, es ser agradable a Dios (cfr 2 Cor 5,7-9).

Finalmente, un último punto que quizás parece un poco difícil para nosotros. San Pablo en la conclusión de su segunda Carta a los Corintios repite y pone en boca también a los Corintios una oración nacida en las primeras comunidades cristianas del área de Palestina: Maranà, thà! que literalmente significa "Señor nuestro, ¡ven!" (16,22). Era la oración de la primera comunidad cristiana, y también el último libro del Nuevo testamento, el Apocalipsis, se cierra con esta oración: "¡Señor, ven!". ¿Podemos rezar también nosotros así? Me parece que para nosotros hoy, en nuestra vida, en nuestro mundo, es difícil rezar sinceramente para que perezca este mundo, para que venga la nueva Jerusalén, para que venga el juicio último y el juez, Cristo. Creo que si no nos atrevemos a rezar sinceramente así por muchos motivos, sin embargo de una forma justa y correcta podemos también decir con los primeros cristianos: "¡Ven, Señor Jesús!". Ciertamente, no queremos que venga ahora el fin del mundo. Pero, por otra parte, queremos que termine este mundo injusto. También nosotros queremos que el mundo sea profundamente cambiado, que comience la civilización del amor, que llegue un mundo de justicia y de paz, sin violencia, sin hambre. Queremos todo esto: ¿y cómo podría suceder sin la presencia de Cristo? Sin la presencia de Cristo nunca llegará realmente un mundo justo y renovado. Y aunque de otra manera, totalmente y en profundidad, podemos y debemos decir también nosotros, con gran urgencia y en las circunstancias de nuestro tiempo: ¡Ven, Señor! Ven a tu mundo, en la forma que tu sabes. Ven donde hay injusticia y violencia. Ven a los campos de refugiados, en Darfur y en Kivu del norte, en tantos lugares del mundo. Ven donde domina la droga. Ven también entre esos ricos que te han olvidado, que viven solo para sí mismos. Ven donde eres desconocido. Ven a tu mundo y renueva el mundo de hoy. Ven también a nuestros corazones, ven y renueva nuestra vida, ven a nuestro corazón para que nosotros mismos podamos ser luz de Dios, presencia suya. En este sentido rezamos con san Pablo: ¿Maranà, thà! "¡Ven, Señor Jesús"!, y rezamos para que Cristo esté realmente presente hoy en nuestro mundo y lo renueve.

[Al final de la audiencia, el papa saludó a los peregrinos en varios idiomas. En español, dijo:]
Queridos hermanos y hermanas:
San Pablo enseña que el evento escatológico se ha realizado ya en Cristo, con su muerte y resurrección, aunque su cumplimiento definitivo tendrá lugar al final de los tiempos. Por eso vivimos en el presente esperando la completa redención. Además, mientras la morada terrena del cuerpo se deshace, el cristiano espera de Dios una mansión en el cielo, nuestra verdadera patria. Con su doctrina sobre la espera de la parusía, o segunda venida de Cristo, san Pablo proclama la conexión de la salvación con el acontecimiento pascual y el futuro escatológico. Estos dos aspectos, la pascua y el futuro que nos aguarda, aparecen unidos en una expresión de la carta a los Romanos: "en esperanza fuimos salvados" (8, 24). Relacionada íntimamente con la fe, nuestra esperanza no se funda en una utopía, sino en una novedad de vida real y en crecimiento. La fe cristiana es una esperanza que transforma y sostiene nuestra vida (cf. Spes salvi, 10). Con la expresión Maranà, thà!, Ven, Señor nuestro (1 Co 16, 22), se expresa la conciencia de la salvación ya realizada en la Pascua y la esperanza gozosa del creyente que, sostenido por esta esperanza, se dirige al encuentro de su Señor.
Saludo cordialmente a los fieles de lengua española. En particular, a los peregrinos y grupos venidos de Chile, España, Guatemala, México, Paraguay y de otros países latinoamericanos. Que la enseñanza y el ejemplo de san Pablo ayude a todos a orientar nuestra vida hacia el encuentro definitivo con el Salvador. Con ocasión de su inauguración, saludo también al Canal de la Iglesia Católica en Colombia "Cristovisión", deseando que esta iniciativa contribuya a difundir los valores del evangelio en ese amado País. Que Dios os bendiga.


 



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Marcha defensa del Agua en COPIAPO 20 de noviembre 18:00 horas








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lunes, noviembre 10, 2008

Dios NIño iba con nosotros... en nuestra marcha

Amigos en el mes de octubre los católicos del Valle y otros amigos liderados por Conferre junto a la presencia de religiosos de diversas partes de Chile... nos reunimos para hacer uan marcha contra la MInera Barrick por su Proyecto Pascua Lama.
La Hermana Fuensanta de Linares tomó esta gráfica de un niño trabajador delante de nuestra marcha... {el vend{ia productos del valle.. naranjas... ¿no era Dios.niño que nos acompañaba en nuestra marcha?

 



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viernes, noviembre 07, 2008

Tener fe

Tener FE es

Es Creer en lo que no se puede ver

Es guardar la calma cuando todo es turbulento.

La fe no es pasiva, ¡es poner las creencias en práctica!

Tener fe es pedir lo que se necesita.

La fe es oír lo imperceptible, creer lo increíble y recibir lo imposible.

La fe va en contra de las expectativas y condiciones naturales.

Tener fe es crear un vacío en el corazón para que lo llene Dios.

Tener fe no es simplemente que Dios pueda hacer algo, sino que lo hará.

Con fe la respuesta no sorprende, ya se sabía que sucedería.

Tener fe es permanecer en tu puesto cuando todos los demás desertan.

Es quemar las naves para no volver atrás.

Es estar dispuesto a pagar cualquier precio.

Es hacer lo que Dios pide hoy y creer que Él hará mañana lo que ha prometido.

La fe es lo contrario del temor.

Tener fe es elegir a Dios a pesar de las demás posibilidades.

Es confiar en la palabra de Dios t no en lo que te dicen tus sentidos.

Es estar dispuesto a morir confiando.

¡Ésa es la clase de fe con la que se puede obrar curaciones y milagros.

La fe es como un músculo que se vuelve fuerte y flexible al ejercitarlo.

La fe se edifica con el estudio fiel de la palabra de Dios



 



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domingo, noviembre 02, 2008

Fábrega descarta dar un paso al costado y viaja a Vallenar



Fábrega descarta dar un paso al costado y viaja a Vallenar
Descartando por el momento dar un paso al costado y preocupado de viajar a Vallenar para intentar solucionar el problema ocurrido en el hospital de esa localidad se mostró el subsecretario de Redes Asistenciales, Ricardo Fábrega, quien es el centro de la recriminación por parte de diputados oficialista y de oposición, ante el nuevo escándalo que afecta a la cartera de Salud.
El nuevo problema que enfrenta el Ministerio de Salud se produjo por irregularidades en el Hospital de Vallenar, lugar donde se hicieron cirugías con instrumentos sin esterilizar. Este hecho se suma a la renuncia del martes de la ministra María Soledad Barrías por la no notificación de 25 casos de sida en el nosocomio de Iquique.

"A mí lo que me interesa es la situación del caso de Vallenar, que efectivamente sea correcto lo que están haciendo con las personas, de que estén preocupados de que no tengan ninguna complicación a raíz del inexcusable error humano que allí se cometió", sostuvo el subsecretario en una entrevista a radio Bío Bío.

Asimismo, consideró la situación como un error humano, afirmando que "porque allí han puesto el mejor hospital, es una infraestructura impecable, recién inaugurada, con los mejores equipos, están todos nuevos Por lo tanto, cuando se cometen estos errores evidentemente escapan mucho más allá de lo que el servicio de salud de la zona pueda hacer y por lo tanto tienen que conocerse las responsabilidades y, sobre todo, que esto no vuelva a ocurrir", declaró.

Fábrega determinó viajar esta tarde a Vallenar para verificar personalmente que los pacientes estén bien y conocer las investigaciones que se están realizando.

"Con los diputados compartimos el diagnóstico que tenemos de la situación hospitalaria, de hecho el día jueves se entregó en el Congreso un informe donde la conclusión principal establece que hay zonas, en algunos recintos hospitalarios, en algunas áreas, que son perfectamente solucionables en el mediano plazo. O sea, es una afirmación bastante optimista con respecto al camino a seguir", señaló.

La autoridad de Salud mencionó que todos los casos que se han producido "son errores", instando la gente que tome en cuenta cuando se trata de problemas macro y cuando son errores que se pueden cometer en cualquier parte.

Respecto a la petición de renuncia de algunos dirigentes de partidos políticos, Fábrega precisó que "nosotros estamos siempre a disposición de lo que establezca la Presidenta de la República, estamos trabajando duro, por eso voy a Vallenar porque me preocupa, considero que el hecho es grave, y voy a estar en terreno".



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